Viaje a Onda-Villarreal
Un martes más y los valientes mayores@coac nos dirigimos a Onda, todos con el ánimo presto para gozar de un día magnífico, como así fue.
El Sol nos acompañó y llegamos a Onda, pasando por las innumerables rotondas que jalonan la carretera que discurre entre naves y más naves de fábricas.
En contraste con esa visión industrial y moderna, el autobús siguió ruta hasta llegar cerca del casco viejo de la ciudad. Pudimos ver su plaza porticada, sus iglesias, las excavaciones que se están efectuando, sus viejas fuentes y también restos medievales.
Todo aderezado con las explicaciones del buen guía que se dirigía a nosotros con un repetido: Chicos y Chicas…
Luego subimos al Castillo (llamado de las trescientas torres, aunque puedo certificar que eran muchas, pero no tantas). Desde las almenas una vista espectacular y en un edificio reformado pudimos visitar un museo con piezas de distintas épocas de la ciudad, muy bien documentado con mapas y gráficos que hacía entendible todo lo expuesto.
La etapa final en Onda fue la visita al interesante “Museu del Taulell”, donde una joven guía nos explicó con detalle las distintas fases de la historia de las baldosas cerámicas, desde los tiempos de la dominación musulmana hasta lo más actual.
Y salimos con destino a Villarreal, directos al restaurante “El Dimoni”, a degustar una “frugal” comida, a destacar la excelente paella de pollo y conejo, etc…
Para el final una visita turística por las calles de Villarreal, hasta que el autobús pudo estacionarse y nosotros visitar la Basílica de San Pascual Bailón, patrón de la Villa.
Y con la vuelta al Cap i Casal, nos preparamos para la nueva salida del mes de junio.
Jardín de las Hespérides
Fue en Junio, cuando huyendo del calor y procurando la siesta, evitamos la excursión, pero no la reunión. Porque “Las Hespérides nos esperan en su jardín, siempre esperanzadas, en verdes árboles convertidas… capricho de dioses que fueron…” Esto, aumentado, explicado y escenificado por nuestro amigo el profesor Ballester-Olmos, más que ingeniero agrónomo, reputado maestro de paisajismo y jardinería en la UPV, se nos desgranó a los Mayores del grupo. Con fallos médicos aún sumamos más de dos docenas, a la cita matinal de las 10,45 h. , la del segundo martes; ávidos de saber qué pasaba, pasa y puede ser de aquella parte del jardín recreo de Jesuitas, con tapia decimonónica al río, que de momento y aneja al Jardín Botánico, es un remanso de silencio, en medio del tráfago del enclave; allí donde se puede admirar la lección de historia y mitología que la sapiencia y altruismo ponía a nuestro alcance: Batalla, romance, juegos de flores y aguas… y otras refriegas urbanísticas y económicas, que impiden una apertura de mayor espacio y mejor conocimiento de lo que allí, de momento, se esconde. Pero vale la pena saborear y mejor si te lo explican.
Dos horas de sosegado paseo y tiempo para tomar una cervecita en la terraza de la esquina Quart/Gran Vía. Esperando que la lotería de Julio acabe en 7, que la cruzada así era, cerramos por vacaciones y hasta septiembre, nuestra mensual reunión.