Bruselas, 21 de julio de 2020
Tras cinco días de negociación, del 17 al 21 de julio, el Consejo Europeo alcanzó un acuerdo sobre el Plan Europeo de Recuperación, así como sobre el Marco Financiero Plurianual 2021-2027. Cinco días que, aunque llegaron a parecer eternos, no lo son tanto si se tiene en cuenta, en primer lugar, la envergadura de lo que estaba en juego, la mayor respuesta económica dada hasta ahora por la UE; en segundo lugar, la divergencia de posicionamientos iniciales; y, en tercer lugar, la complejidad inherente a este tipo de negociaciones, en las que la regla es la cesión.
Desde esta perspectiva, el logro de un acuerdo (ver archivo adjunto) es, en sí mismo, un hecho muy positivo, que muestra la capacidad de la Unión Europea, sus 27 Estados miembros y sus Instituciones, de reaccionar ante una coyuntura de extrema gravedad, provocada por la pandemia.
Las claves del acuerdo alcanzado son:
Plan Europeo de Recuperación: por primera vez en su historia, la Comisión Europea acudirá a los mercados para obtener financiación por valor de 750.000 millones de euros, como propuso y como apoyaba España, Francia, Alemania e Italia.
La distribución entre créditos (360.000 millones) y transferencias (390.000 millones) cambia, pero siguen primando las segundas, frente a lo que pretendían los países “frugales”, con Países Bajos a la cabeza. El instrumento a través del cual se desembolsará la mayor parte será el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que estará dotado con 672.500 millones de euros. El 70% de las ayudas se comprometerá para los años 2021-2022. La clave de reparto será la propuesta por la Comisión Europea. Según afirmó el Presidente del Gobierno de España, en la rueda posterior al término del Consejo Europeo, el 21 de julio, a España le corresponden alrededor de 140.000 millones de euros en total, de los cuales 72.700 millones serán en forma de ayudas.
Marco Financiero Plurianual 2021-2027: el volumen total será de 1.074.300 millones de euros, que se añaden al citado Plan Europeo de Recuperación. Se ajustan los montantes de las siete partidas, que siguen siendo las mismas (Mercado Interior, Innovación y Digital; Cohesión, Resiliencia y Valores; Recursos Naturales y Medio Ambiente; Migración y Gestión de Fronteras; Seguridad y Defensa; Vecindad y el Mundo; y, Administración Pública Europea).
Prioridades políticas: el presupuesto europeo refleja en términos económicos las prioridades políticas de la UE, que se sintetizan en afrontar con éxito las transiciones energética y digital en un marco de estabilidad macroeconómica. Se aplicará un objetivo climático del 30% al importe total del gasto procedente de ambos paquetes, que asciende a 1.824.300 millones de euros.
Bajo un prisma empresarial, BusinessEurope y CEOE han acogido de manera muy favorable el consenso logrado por el Consejo Europeo, que lo han calificado de excelente noticia, señalando que harán un seguimiento muy estrecho de su implementación.
En este sentido, para que el acuerdo esté operativo es necesario, por un lado, el consentimiento del Parlamento Europeo, que ha convocado una sesión plenaria extraordinaria el 23 de julio; y, por otro, la adopción de los textos jurídicos de base por los colegisladores europeos. La rapidez con la que este proceso decisorio se lleve a cabo es crucial. En paralelo, los Estados miembros deberán trabajar en la conclusión de los planes de reforma e inversión para los años 2021-2023, conforme a las prioridades identificadas en el marco del Semestre Europeo, de manera que la Comisión Europea los apruebe y se desbloqueen los fondos previstos en tiempo y forma.